Description
La situación familiar de los últimos años me ha reconvertido en tallerista. Desde que me lo impuse como nueva ocupación, tuve muy en cuenta la intención de imprimir un sello personal con el que los participantes disfrutaran y se lanzasen sin paracaídas al mundo mágico de la creación literaria. Al inicio del tercer año en que conduzco el taller de creación literaria y redacción en la librería de Herminio, en Collado Mediano, y como balance de los dos años anteriores, me siento muy satisfecho y orgulloso de presentar los textos que siguen, de casi todos los que han pasado por él.
El lector ha de tener presente que el origen de estos relatos son el resultado de abordar ejercicios planteados durante las sesiones de trabajo. Eso ya lo hace complicado. No es lo mismo que alguien escriba sobre lo que tiene necesidad de contar, que verse obligado a expresarse sobre lo que alguien te impone, en ocasiones incluso en la forma que debe hacerse. En todo caso, a veces un origen muy remoto porque cada uno tiene, a partir de mis propuestas, la libertad de abordarlas y modificarlas como le parezca, como le requiera su afán. En muchos casos, siendo la primera vez que se retaba a crear literatura. Cada ejercicio tienen su sentido dentro del proceso de encuentro con la tarea de escritor, por ejemplo describir un personaje, o establecer distintas voces narrativas, o manejar distintos tiempos verbales en el texto, o sencillamente forzar la imaginación, por ejemplo. Desde luego también lo que en argot de la profesión se llama «soltar la mano», escribir, sencillamente. Pero eso tal vez sólo sea el motor que pone en marcha a cada uno para hacer lo que le apetezca, lo que le surja. Con eso, con que escriban, me conformo. Sí me gustaría que cumplieran con el sentido del ejercicio, pero eso es algo secundario, ya irán encontrando el camino. Lo dicen todos los autores, para escribir lo que hay que hacer es escribir, leer y, lo que permite igualmente el taller, también comentar, ser crítico. En ambos casos, ser motivación o convertirse en tarea formativa, lo que luego si les aconsejo es que vuelvan sobre el texto escrito para corregirlo, modificarlo, ampliarlo, convertirlo tal vez en un relato del que sentirse satisfechos. Algunos se ofrecen como un principio de algo más extenso que bien pudiera llegar a convertirse en novela. Trabajando. Porque escribir significa trabajar, es decir, escribir, escribir cuanto más mejor. Y leer. Yo he revisado los textos una vez más, les he dado mi última opinión sobre ciertas correcciones que consideraba necesarias. Sin embargo, la última palabra siempre la ha tenido cada uno de ellos, que son los responsables de lo que firman. Unos son escritores, y no sólo porque hayan publicado ya libros, como Ana, que ya tiene dos, y Carmen, que es autodidacta, varios más lo son aunque todavía no se hayan lanzado a considerarse tal; los demás son ni más ni menos que aprendices de escritor, lo que significa mucho. Porque tienen ilusión, porque le dedican tiempo a la escritura, porque tienen mucho que decir y van encontrando, poco a poco, la mejor manera de hacerlo, que en eso consiste este juego, que también es pasión y vida. Que el conjunto de esos elementos es lo que constituye la expresión literaria. Estas son sus voces literarias, con una calidad y una variedad que sorprende muy gratamente. Os dejo con ellas. ¡Que lo disfrutéis!
Víctor Claudín.
Varios autores
Editorial: HG Editores
Primera edición, septiembre 2015
EAN: 9788494003592
208 páginas. Tamaño 14 x 21cm.